sobre el eczema

El eczema es una enfermedad inmunológica que hace que la piel se reseque, se inflame y dé comezón. Rascarse la piel durante un brote de eczema puede hacer que las zonas irritadas se engrosen y resquebrajen, lo cual posibilita que se produzca una infección. Si la piel se infecta, se puede formar una costra en su superficie. La forma más común de eczema se denomina dermatitis atópica y se estima que afecta a aproximadamente el 7% de los niños de todo el mundo, y su aparición normalmente se produce en el primer año de vida. En la mayoría de los casos, la afección desaparece cuando el niño crece, pero como mínimo, el 60% de los niños que padecen la enfermedad tendrán algún tipo de irritación cutánea a lo largo de sus vidas.

¿Qué provoca el eczema?
La causa del eczema aún se desconoce y es posible que influyan una combinación de factores. En primer lugar, los pacientes a menudo están genéticamente predispuestos a la enfermedad, lo que ocasiona que algunas partes del sistema inmune no funcionen correctamente. Por esta razón muchas personas que tienen eczema también tienen alergias o asma. También es claro que ciertos factores ambientales juegan un papel en el desarrollo del eczema.

¿Por qué la comezón?
Uno de los peores aspectos del eczema es la necesidad constante de resistirse a rascarse la piel irritada. En los niños, esto resulta especialmente difícil. Pero, ¿qué provoca la comezón?

El organismo contiene las llamadas células T, que normalmente ayudan a combatir las infecciones. Las células T producen proteínas denominadas citocinas, que actúan como mensajeros químicos entre las diversas células inmunológicas del cuerpo. Sin embargo también pueden actuar como irritantes, lo que produce la sensación de comezón en la piel.

En las personas con eczema, estas células T tienen una tendencia a migrar a la piel donde son hiperactivas e hipersensibles a los desencadenantes ambientales. Cuando una persona con eczema se rasca la piel, las células T liberan las citocinas irritantes, lo cual hace que la piel dé más comezón. Si el paciente se sigue rascando, la piel se puede agrietar y las bacterias, que de forma natural se encuentran en la superficie cutánea, penetran la piel y pueden provocar una infección. Las bacterias luego producen ciertas proteínas que causan más comezón, con lo cual se genera un círculo vicioso de comezón interminable.

¿Cuáles son los síntomas?
El síntoma más común del eczema es la comezón. Rascarse la piel que da comezón deriva en el resto de los síntomas, que pueden variar de leves a graves. El primer síntoma es un sarpullido rojizo e irregular. Si la persona se rasca, estas áreas pueden formar ampollas e inflamarse. Con el tiempo, la piel afectada se puede engrosar y formar escamas.

En los niños muy pequeños, el eczema a menudo aparece en el rostro, los codos, las rodillas y las muñecas. En niños más grandes y en adultos, las áreas de irritación aparecen más a menudo en las manos, el tórax, el cuello, la parte posterior de las rodillas, los tobillos y la parte interna de los codos.

Factores de riesgo del eczema
La existencia de antecedentes familiares de eczema es un factor de riesgo importante de la enfermedad. De hecho, aproximadamente 80% de las personas con eczema tienen como mínimo un familiar que también tiene la enfermedad. Los antecedentes familiares de alergias o asma también aumentan el riesgo de tener eczema. Los factores ambientales también pueden incidir para que las personas estén en riesgo de padecer brotes de eczema. Determinados jabones, productos químicos, ropas ásperas, perfumes, humo de tabaco, temperaturas extremas y ciertos alimentos pueden ser problemáticos para las personas con eczema, aunque las causas relacionadas con los alimentos son muy raras. Además, ciertos alergenos como el polen, el pelo de las mascotas, la caspa, los ácaros del polvo, el estrés, el sudor corporal y los cambios radicales en la temperatura también pueden provocar brotes de eczema.

Diagnóstico
No existe ningún examen específico para diagnosticar el eczema, pero existe una serie de signos reveladores que pueden servir a los médicos para realizar una evaluación precisa. En primer lugar, el eczema comienza en forma temprana. Si el primer signo de irritación se produjo entre los tres y cuatro años de edad, esto puede indicar la presencia de eczema. A menudo, la aparición de sarpullido y la existencia de antecedentes personales y familiares bastan para que el médico haga un diagnóstico correcto.

Una persona con eczema presenta cinco síntomas principales:

  • Comezón en la piel
  • Sarpullido característico de gravedad variable
  • Síntomas crónicos o repetitivos
  • Antecedentes familiares de enfermedades alérgicas
  • La afección dura más de seis semanas
Además de la historia clínica, los médicos pueden realizar un análisis de sangre, que mide la presencia de un anticuerpo denominado inmunoglobulina E (IgE), cuyo nivel a menudo está elevado en las personas que padecen la enfermedad.

Resumen
Cuidar diariamente la piel, evitar sustancias y circunstancias que pueden provocar brotes y tomar medicamentos eficaces son medidas que pueden ayudar a reducir al mínimo la irritación o las ronchas dolorosas. También es muy útil elaborar junto con un dermatólogo un buen plan médico y preventivo. Los dermatólogos son expertos de la piel. Son los profesionales idóneos para realizar un diagnóstico de eczema y descartar otras enfermedades de la piel que pueden presentar síntomas similares. Asimismo, los dermatólogos son los profesionales más experimentados para tratar esta enfermedad y para ayudar a los pacientes a mantener una buena salud en su piel.

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